Un bebé de ocho meses de nacido murió al broncoaspirarse en su domicilio, ante la desesperación e impotencia de su mamá, que no daba crédito a lo sucedido y pedía con urgencia la presencia de socorristas, quienes al llegar no pudieron hacer nada para salvarlo.

Identificado como Fernando, el personal médico constató que ya no tenía signos vitales y fue declarado muerto.

Los hechos ocurrieron alrededor de las 14:10 horas de ayer, cuando en el domicilio ubicado en la calle 47, entre 66 y 68 de la colonia Playón, la madre del menor marcó a los números de emergencia para indicar desesperadamente que uno de sus hijos se asfixiaba.

Médicos de la Cruz Roja Mexicana acudieron al llamado, sin embargo, al revisar y valorar el cuerpecito, dictaminaron que había perdido la vida.

Vecinos mencionaron que salieron de sus casas ante los gritos desaforados de la madre.

“No sabemos qué pudo ocurrir, pero el cuidado de un niño de esa edad es especial, pues se pueden ahogar con cualquier cosa, incluso hasta después de que reciben leche”, comentaron dos vecinas.

Relataron que en diciembre pasado, el menor estuvo varias semanas internado por problemas cardiacos, lo que quizá fue el motivo de su lamentable deceso, aunque no lo podían asegurar.

Al sitio arribaron agentes de la Dirección de Seguridad Pública y de la Policía Estatal Preventiva, quienes acordonaron el área y solicitaron la presencia del Ministerio Público y del Servicio Médico Forense.

Trascendió que el cuerpo del bebé sería trasladado a las instalaciones de la Vicefiscalía, donde la mamá tendría que rendir declaración y reclamar el cuerpo, para darle cristiana sepultura.